El acto de pararse en un paradero a tomar la micro, es un acto cotidiano y conocido para cualquier persona de la ciudad de santiago de chile, sin embargo, cada paradero tiene sus normas y con ello trae formas de comportamiento distintas que emergen en cada esquina que posee aquel distintivo y dominante letrero. Aquel proceso continuo que invita a los ‘ciudadanos’ a actuar de una determinada manera, a modo de objeto construido cooperativamente en la interacción social, enmaraña una conversación de gestos articulados por la lógica de estimulación-reacción, en tanto, entendemos que un acto social es en la medida que un gesto produce un gesto de otro. Por ejemplo. En algunos paraderos nos encontramos con que es absolutamente trivial hacer la fila para subir a la micro. Pero ¿Qué pasaría si nos preguntáramos hoy en día como nos mirarían si intentáramos pagar al chofer con monedas, o si le solicito a un anciano que me de el asiento, o si le canto una canción al chofer para entretenerlo, o si decido esperar la micro en el paradero sin hacer la fila, o hago la fila y luego me quedo abajo? Si bien nadie nos dice como debemos comportarnos en un paradero de micros, de alguna forma sabemos como hacerlo. Se puede apreciar por lo pronto que estamos situados bajo reglas de comportamiento, que si bien no las crea nadie, gobiernan absolutamente la situación y además parecen tener significados cristalizados, estabilizados y con la sensación de ser universales. Estos nos permiten saber como accionar en esta situación concreta, saber si es correcto o incorrecto lo que estamos haciendo, y además anticipar las pautas de comportamiento de otro, es decir, predecir lo que el propio gesto va a provocar en los demás. Este universo de prácticas puestas en el plano intersubjetivo, se sostiene de las relaciones. Por ejemplo. El esperar la micro se sigue sosteniendo como algo cotidiano, en la medida que seguimos tomando la micro en el paradero. Pues la estabilidad de esta práctica esta dada por un tipo de relación que se produce en los actos sociales reiterados. Nadie dice como hay que hacer las cosas, sin embargo se hacen de aquel modo, pues las conductas de los individuos no son más que los actos de toda la comunidad, en tanto se actúa en función de toda la comunidad previendo las respuestas de los otros y sin necesidad que medie la conciencia o el proceso reflexivo. El objeto construido sin embargo, no es inmodificable como parece, sino más bien absolutamente transformable, no obstante, no está en nuestra lógica de vida cuestionar las propias prácticas que sostiene nuestra vida cotidiana, pues el self opera desde ahí y ocupa una posición.
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1 comentario:
Estimadas/o:
Muy interesante el texto presentado, más aún cuando realizan el análisis desde la perspectiva. Y un buen texto abrea preguntas:
1. El texto busca comprender una práctica cotidiana como tomar la micro, enfatizando la irreflexividad que opera en ellas. ¿Cómo comprender la reflexión en las prácticas cotidianas desde el interaccionismo simbólico?
2. ¿Cómo es comprensible la novedad, si estamos gobernados por reglas que van más allá de los individuos?
Esperamos sus comentarios!!!
Francisco & María José
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