El autor intenta comprender a la psicología social desde la base de los presupuestos en los cuales se instala. Con el objetivo de distinguir dos aspectos para hablar de una disciplina; tanto su intencionalidad, como lo que posibilita su propia realización. Invitando a buscar el sentido de la disciplina desde la lógica de sus propios presupuestos, puesto que lo anterior tendrá implicancias en los sistemas de interacción humana, en tanto produce particulares formas de comportamiento con mecanismos específicos de comunicación, que van generando normas tanto explícitas como implícitas de convivencia que dan sentido al comportamiento, y funcionan como andamiaje de las relaciones.
Los presupuestos desde los cuales sienta las bases de la teoría es que una ciencia es definida por aquellos que han disputado del poder económico y social para determinar los problemas de estudio y sus metodologías, comprendiendo lo social desde el modelo Marxista-Hegeliano que postula que lo social se articula desde las luchas de clases entre los dominados y los dominantes, donde dichas dinámicas son producto de un contenido de valor o significación social de aquellos que tienen el poder y promueven particulares formas de acción en referencia a un significado dado por intereses sociales determinados y lo cual tendrá como resultado una determinada visión de ciencia y sociedad.
El trabajo de la psicología social desde Martín-Baró es analizar la acción referida tanto a procesos grupales como individuales, comprendiendo el conocimiento como parcial, relativo y limitado. No obstante no se explica a si misma desde el sujeto, puesto que sostiene que no somos parte del vacío, sino forjados desde una historia, en la cual nos movemos y le otorgamos sentido a nuestro estar.
El autor criticará cualquier posición que se base en la idea de interacción, debido a que se olvida de los determinismos macro sociales y de las concreciones históricas, centrándose solo en lo micro social, cayendo nuevamente en el asidero del individuo. Criticara también la idea de conducta, debido a que entienden la conducta como una ‘cosa’ mas de estudio, y el ser humano no podría ser homologado nunca a una cosa.
Sostiene que la psicología social debe tratar de comprender la actividad humana en el marco histórico en el cual se produce, lo cual esta ligado a una situación y referida al ser y actuar de unos y otros. Con esto se refiere a que la acción humana está referida a un influjo interpersonal, sin embargo, no a un influjo interpersonal abstracto, formalizador, ahistórico y generador de modelo, sino en referencia a un sujeto, los otros, la acción concreta y al sistema o red de significaciones. Sin embargo la noción de acción desde Martín-Baró no es una simple concatenación de movimientos, sino la puesta en ejecución de un sentido; es asimismo una acción concreta, ya que esta situada a un contexto histórico, es decir, mantiene un sentido intrínseco o interno a la acción. La acción concreta no es reducible a una cosa, ni a una interacción, hay un sentido intrínseco en ella, inscrito y producido históricamente, en tanto encierra un sentido y símbolos para un sujeto y los otros individuos de un pueblo o sociedad.
La psicología social examina ese momento en que lo social se convierte en personal y lo personal en social; desde la noción de la acción en cuanto ideológica, la cual hace referencia a que la sociedad se configura por el conflicto entre grupos con intereses contrapuestos, comprendiendo cómo estos sentidos se articulan con los intereses de clase y dominan ciertas formas de vida. Viéndose reflejados en la acción concreta, es decir, cómo ciertas prácticas se mantienen de acuerdo a lo ideológico. Lo ideológico dota sentido a la acción personal, sin embargo lo personal no se reduce a la ideología, ya que puede trascender a ella mediante una toma de conciencia, pues la ideología es una falsa conciencia, en la que se presenta una imagen que no se corresponde con la realidad, y la cual posibilita una interpretación de la realidad, esquemas prácticos de acción, justifica el orden social existente y legitimar ese orden como válido. Las fuerzas sociales se convierten en formas concretas de vivir, sentir y pensar de las personas, es decir, la objetividad social, se convierte en subjetividad individual. Desde aquí la psicología social intenta comprender, explicar y predecir esquemas de acción de los individuos y grupos sociales, convirtiéndose es una disciplina bisagra, en tanto conecta lo social con lo personal.